LA BIOGRAFÍA DE LA SEMANA (EDICIÓN DOBLE)


Arrancamos esta doble edición de semblanzas con la vida y obra de una de las voces más prodigiosas que ha dado Cuba. Admiradora de Lola Flores, Celia Cruz y Olga Guillot. De un marcado carácter irreverente, lo cual le trajo más de un problema. Calificada por grandes artistas como Ernest Hemingway, Jean Paul Sartre y Picasso, como "la creadora del arte del frenesí", "un genio" y "un animal musical". 

Se trata ni más, ni menos, que de La Lupe!!

Y en la segunda entrega, presentaremos una entrevista a otro irreverente de la música, que se supo amamantar musicalmente del ambiente salsero y revolucionario del tradicional barrio 23 de Enero y de paso, representó de buena forma, el sentir de la gente humilde de barrios como La Pastora y San Agustín. "Los Dementes", "Los Calvos", "Los Kenya", fueron algunas de las orquestas de su creación, con las cuales nuestro invitado llamó la atención de grupos de élite como la Billo´s Caracas Boys y Los Melódicos.

A quien nos referimos, es al hombre de las dos fechas de nacimiento, Ray Pérez o simplemente, 'El Loco'.

LA LUPE
La Voz Arrabalera

Resumen de Agencias
Titulación y Edición de BARRANQUILLA ES SALSA

La Lupe fue el nombre artístico de Guadalupe Victoria Yolí Raymond, cantante cubana nacida el 23 de diciembre de 1936, en Santiago de Cuba y fallecida el 28 de febrero de 1992, en Nueva York. 

La Lupe, también conocida como "La Reina del Latin Soul", se introdujo en el mundo de la música cantando en distintos locales habaneros, una vez terminada, por exigencia paterna, su carrera de magisterio o de maestra. En 1959, formó, junto a su primer esposo, Eulogio "Yoyo" Reyes, el Trío Tropicuba, que comenzó a presentarse de forma permanente en un legendario bar de La Habana, llamado La Red. Su forma de cantar, llena de energía y con un cierto toque estrafalario, la hizo famosa casi inmediatamente en la ciudad. Prueba de ellos son sus primeros dos discos: Con El Diablo En El Cuerpo e Is Back.

Exiliada de Cuba, pues su forma de cantar no era bien vista por el nuevo régimen fidelista que se había implantado en el país, viajó a México y, a los pocos meses, a Nueva York, donde empezó a cantar en un bar de Midtown: La Barraca. Allí fue "descubierta" por el percusionista Mongo Santamaría, con el que grabó el disco Mongo Introduces La Lupe (1963). Ciertas desaveniencias con Santamaría fueron aprovechadas por Tico Records para formar un tándem con Tito Puente que grabó cuatro discos que tuvieron un éxito inaudito y la catapultaron al estrellato.

Más famosa que Celia Cruz en los años 60, el éxito de La Lupe se debió en parte a su canto aguerrido, su peculiar y única manera de afrontar el bolero y la cada vez mayor influencia de una música latina alejada de los formalismos de salón que imperaron, en los años 50, en la ciudad de los rascacielos. Ese canto arrabalero, más propio del barrio que de un salón de baile, halló en La Lupe su mejor exponente femenino.

Viajó por muchos países de la región y fue cartel principal en los reputados carnavales de Caracas, en los que ganó premios a la mejor cantante y llenaba el aforo de sus presentaciones. En Nueva York fue la primera cantante latina que actuó en el Carnegie Hall y el Madison Square Garden, tal y como lo recuerdan muchas publicaciones, entre ellas The Village Voice.

En los años 70, sin embargo, varios factores incidieron para que su estrellato decayese. Su vida personal y sentimental era un auténtico terremoto (ella era santera y muchos de sus "mayores" se aprovechaban de su influencia y dinero; su segundo esposo, Willie García, empezó a desarrollar un cuadro esquizofrénico que la obligó a gastar ingentes sumas de dinero en tratamientos médicos), sus hábitos dispensiosos hacían que, por ejemplo, gastase los 20.000 dólares que ganaba en un concierto en un nuevo abrigo de piel. También, la consolidación de la salsa contribuyó a que sus producciones musicales fuesen perdiendo relevancia.

En 1974, el sello disquero Tico Records fue adquirido por Fania Records y sus directivos, que habían logrado que Celia Cruz se mudase a la ciudad y formase parte de las portentosas Fania All Stars, decidieron dejarla a ella en un segundo plano. Esto, además, fue fortalecido por una pelea que tuvo con Cruz, al afirmar La Lupe que el marido de la cantante, Pedro Knight, era palero. La conversación que sostuvo con la periodista fue "off the record", pero salió publicada en el Diario La Prensa.

En 1978, La Lupe pedía encarecidamente finalizar su contrato con Fania, para poder así buscar acomodo en otra casa disquera. Tito Puente, incluso, intercedió para que eso sucediera, pero la respuesta que recibieron fue la propuesta de grabar un disco, La Pareja, de desigual factura y poca relevancia entre el público. La casi nula publicidad que recibió la grabación contribuyó a que el esperado retorno de la cantante fuese sólo una ilusión.

Pobre, con su mansión hipotecada, se mudó a Puerto Rico durante unos meses mientras esperaba recibir algún contrato para cantar en los escenarios. El viaje a Puerto Rico le trajo problemas con varias cadenas televisivas, su peculiar estilo de bailar e interpretar algunas canciones fueron más allá de lo permitido. En una presentación para el Canal WAPA, se desprendió de toda su ropa al interpretar una canción. Así que optó por regresar a Nueva York.

A finales de los 80, se convirtió a la religión evangelista y compuso e interpretó canciones que fueron recopiladas en unos cassettes que es probable que sean editados algún día bajo el título de La Samaritana. No obstante, su salero y particular forma interpretativa siempre tuvieron la facultad de imprimirle su impronta popular y cabaretera. Fue capaz de emparejar a un aleluya, gloria a Dios, el gemido más sensual posible en la noche tropical.

El 29 de febrero de 1992 sufrió un paro cardíaco fulminante mientras dormía en un pequeño apartamento que compartía con su hija Rainbow en el Bronx. Le sobrevivieron su esposo, William García; su hija, Rainbow, y su hijo, René Camaro (cuyo padre fue Eulogio Reyes). La tumba de La Lupe se encuentra en el cementerio St. Raymond's del Bronx.

RAY PÉREZ
El Loco

Cortesía de Herencia Latina.com
Titulación y Edición de BARRANQUILLA ES SALSA

Lo llamaban El Loco Ray. Ray Pérez concibió, fue miembro, arregló, tocó piano y/o cantó para Los Dementes, Los Calvos, Los Kenya, entre otros, representando a la juventud de Caracas en 1967 – Caracas, en la Cuarentona. 

Ray tiene muchos seguidores apasionados en Europa, particularmente en Italia, Alemania, Francia y España. Luis Silva, mejor conocido como “Melón”, cantante del famoso grupo mexicano Lobo y Melón, le expresó al periodista Alfredo Churion que “Ray es un ídolo de la salsa en México” —en algunas ocasiones Melón aún canta en vivo. En Colombia —país el cual, ha apreciado durante muchos años el guaguanco de Ray Pérez—, yo he escuchado que su versión “Feliz Cumpleaños”, es la canción predilecta en las fiestas de cumpleaños en las ciudades deCali y Barranquilla. Pero la propuesta músical de Ray se ha apreciado muy poco en los E.E.U.U., excepto y salvándose quizás, el Conjunto Niche y Oscar de León. La tendencia ha sido a ignorar las contribuciones que han hecho países como Panamá, Colombia y Venezuela —sin siquiera con una visión crítica—, el significado para la historia de la música Afro-Antillana, los aportes de estos países.

En la grabación: “La Salsa llegó con los Dementes” (1967), Los Dementes se adelantaron con el uso del termino “salsa” como ritmo musical [yno como “sofrito”], mucho antes que la utilizaran como etiqueta comercial los conjuntos y orquestas en la ciudad de Nueva York. Y si usted puede encontrar un LP original a la venta en el sitio Ebay [en la red de Internet], espere pagar un precio mayor a los $200 dólares —o por cualquiera de ese período. Como el caso apremiante de las grabaciones originales de Los Calvos, al requerírselas al vendedor Cartagena, éste me dijo: "Esas son “MI” (Misión Imposible)".

Entrevista

Roberto Ernesto Gyemant (REG): Gracias por tenerme en su casa, es un gran honor conocerle. ¿Cuál es su nombre completo?

Ray Pérez (RP): Mi nombre de pila (bautizo) es Ramón Epifanio Pérez Rivas. Nací en Barcelona, Estado de Anzoategui, Venezuela, el 25 de diciembre de 1938. Ese es el día que me dieron las autoridades, porque las actas de nacimiento se destruyeron a causa de un fuego. Pero mi madre me dijo que nací el 7 de abril de 1937. Así que tengo dos cumpleaños.

REG: ¿Cómo se llaman sus padres?

RP: Mi papá se llamaba Ramón Ernesto y mi mamá Asunción.

REG: Yo me llamo Roberto Ernesto

RP: Yo soy Epifanio.

REG: ¿Y quién le dio el apodo de Ray?

RP: Bueno, eso fue en los Estados Unidos, el diminutivo de Ramón. Por cierto, alternando con Ray Barretto en Maracaibo en 1965, él me dijo que los Reyes (Kings) se estaban acabando, y yo le dije que ahora es que habían reyes en el mundo

REG: ¿Cuándo comienza con la música?

RP: Bueno, comencé en el colegio, hay una foto allá, a los doce años, con la tuba, porque mi papá era profesor de música en el colegio de San Juan Bosco. Entonces hizo una banda, y a mí me gustaba la trompeta. Pero como no había quien tocara la trompeta, porque era muy pesada, él me la designo. A veces tocaba el piano pero… era con la tuba.

REG: Y su papá, ¿qué tocaba?

RP: Trompeta, piano, y era maestro de capilla de iglesia.

REG: ¿Y su mamá estaba involucrada en la música?

RP: Ella cantaba. Y cocinaba muy bien

REG: ¿Cuál fue el primer grupito que usted integró?

RP: Fue un grupo que hicimos, con un cuatro, que es un instrumento típico venezolano, un tambor y las maracas. Y fue en 1951 y 1952.

REG: Ya conocían la música folklórica venezolana.

RP: Claro, hacíamos aguinaldos. En los carnavales hacíamos comparsas donde tocábamos temas de folclor, como el “Carrite”, “La Lancha de Nueva Esparta”…

REG: ¿Su papá le enseñó eso?

RP: Es que esas cosas se aprenden en el colegio y en la casa, pero yo sí los aprendí con él.

REG: En el 1952, ¿había emisoras de radio tocando música popular en Barcelona?

RP: Sí, eran la Radio Emisora Unida y Radio Vargas, y tocaban la música de aquí, pero yo tenía un radio "shortwave" (onda corta) en la casa, donde escuchaba la Radio Mayague, de La Habana, Cuba. Oía todas esas estaciones de Puerto Rico, hasta la BBC de Londres, y oía música clásica.

REG: ¿Y de las emisoras de Cuba y Puerto Rico escuchaba música afroantillana?

RP: Sí, escuchaba el seis chorreao, el mapeye… Todo lo escuché con los muchachos; me gustaba mucho la música de Puerto Rico, porque había un programa que se llamaba “La guitarrista y la Lora”. Era a las siete de la noche, que era la que daba las noticias de crímenes…. “Ba pa dibe dibe pa pa pa, pa na pa, din din din”… “Mataron allá en la esquina que no sé a quién”… Hablaba de los asesinatos, era una noticia hablada y cantada, pues. Y de La Habana, Cuba, se oía los programas de salsa, las orquestas…

REG: ¿Cómo cuáles? ¿La Aragón, Benny Moré…?

RP: No, ni me acuerdo de los nombres. Había un septeto o quinteto, que no me acuerdo el nombre, después yo conseguí un disco de ellos. Habían pegado en esa época con ‘La campana” —“tócame la campana, campanero”. Luego lo grabó José Mangual Jr. Yo tenía ese disco.

Y la primera charanga que vi, la vi en Barcelona durante la Segunda Guerra mundial. Llegaron de los barcos, y como mi papá era músico, fueron allá a mi casa y tocaron… flauta, violín, marímbula, bajo… no tenían piano. Guitarra, tres. Tres y guitarra. Estaba muchachito.

REG: ¿Cómo fue su juventud?

RP: Yo iba al colegio, mañana y tarde. Al llegar al mediodía a la casa, tenía que salir a vender tabaco, porque mi papá tenía una tabaquería. Vendía el tabaco, regresaba a la casa, y me iba al colegio otra vez. Otras noches jugábamos los muchachos en la esquina. O nos poníamos a hacer música; yo cogía un cuatro, ellos cogían una perolita (instrumento venezolano), y hacíamos música.

REG: ¿Cuándo se gradúa del colegio?

RP: Salí del colegio a los doce años. Salí a trabajar. Seguí estudiando. Trabajaba para ayudar, porque éramos dieciocho hermanos.

REG: ¡Whoa!

RP: Mi papá ganaba, en esa época, 150 bolívares mensuales, que no era nada. Entonces yo salí a trabajar, a coger café.

REG: Ayer compré un chicle bubaloo que costaba 150 bolívares.

RP: Eso era lo que ganaba mi papá.

Bueno, cuando yo cumplo los diecisiete años, él muere, y entonces migramos a Caracas. Entonces tuve que seguir trabajando. Me puse a trabajar en la Remington brand —máquinas sumadoras, calculadoras—, e hice cursos en la jornada nocturna de la escuela. En el año 1958, hubo el problema aquí, del ditador: Marco Pérez Jiménez. Cae Pérez Jiménez y yo me compro una guitarra, y empiezo a tocar guitarra.Entonces empezó mi vida de bohemio; yo tocaba guitarra…

REG: Alguien me dijo: “¿Sabes que Ray Pérez aprendió a tocar el piano con las calculadoras en la Remington?”

RP: (Risas) No, lo que sucedió es que yo ponía las calculadoras en diferentes operaciones, como 99, 01 —de esa manera—, y cada una tenía un ritmo. Yo las sincronizaba para hacer música, y ellas hacían “takata takata tit tit tit”… Eso fue a finales de los cincuenta, para 1955 o1956.

REG: Tenía veinte años. ¿Cómo era Caracas en este entonces?

RP: Ah, bueno, era diferente. En la Plaza Bolívar uno no podía pasar con camisa; los únicos que podían pasar en camisa eran los turistas y los acompañados por la policía, porque era por respeto al libertador. Tenía que andar en traje. También el clima era otro; era frío. Caracas era frío. Para cualquier cosa del gobierno, como los tribunales, tenía que ir con traje y corbata.

REG: ¿Y cómo era el racismo en este entonces?

RP: Entre la gente nunca hubo racismo. Aquí, negro, blanco, indio, o trigueño, todo era lo mismo.

El racismo es algo de lo que tú escuchas en estos tiempos. Nunca había discriminación. Los únicos negros diferentes eran los de Higuerote (Barlovento), pero ellos eran de Africa. Eran gente pobre. Todos íbamos juntos a la misma escuela, estábamos en el mismo salón, gente de todos los colores, incluyendo los chinos. Había italianos, árabes, rusos, catalanes… Todos fuimos a la misma escuela.

REG: ¿Y sus grupos musicales eran mezclados?

RP: Sí, negros más que todos, porque los negros aquí son los que dominan la percusión. Hay ciertos blancos como Frank “El Pavo” Hernández, que tocaba con nosotros. También Alfredo Padilla.

REG: Mañana van a hacer un concierto en honor del “Pavo” Frank en San Agustín.

RP: Si, yo sé. Yo hice un espectáculo allá, pero las veces que he ido no me han dado ganas de ir otra vez, porque no hay respeto. Una vez, cuando montamos los músicos a descargar, había un tiroteo allí, mataron a alguien. Eso fue hace años.

(Ray toca el tema “Uvas Verdes”, un número de vanguardia que incluye una pequeña descarga de jazz con las trompetas y el piano. Las letras marcan un ritmo que va “los pollitos dicen ‘pío pío pío’…”)

Esta es una rima de niños, con ritmo de calipso. El calipso mantiene una fuerte presencia en la provincia de Oriente.

(Las islas de Trinidad y Tobago están a 10 Km. de la costa de Venezuela)

REG: Escuché gente afro-venezolana aquí, hablando inglés, como un patois, pero no como el del caribe, como Panamá y Costa Rica.

RP: Sí, exacto, es patois. Eso viene de los coolies, de allá, de Guayana.

REG: ¿Cuándo comienza a tocar música profesionalmente?

RP: Comencé con una guitarra y formé un trío. Tocamos música romántica, como Los Panchos, los Hi-Los, toda la música latinoamericana y americana. Toqué en dos tríos: Los Hambay, y luego Los Singers, que también tuvieron éxito. Los Hambay tenían un cuatro y harpas. Éramos: Enrique Atencio, Gonzalo Peña, y este humilde servidor. Tocamos en los mejores restaurantes y también en el “Show de Renny”. Grabamos un 45 R.P.M con RCA Víctor. Tenía “Marcianita” (PROCEDE A CANTAR): “Marcianita, da da da da…” El otro lado era “La Muchachita del interior”.

Con Los Singers grabamos una canción de los Estados Unidos, “Raindrops”. Hice una versión en español y fue un éxito aquí. Estaba en un 45R.P.M, con cuatro temas. Otra pieza era “Pissi Pissi Bao Bao”. Desde pequeño, escuchaba mucha música norteamericana, gracias a mi hermano Luis Pérez, quien tocaba la trompeta en el Club Sans Souci, en Maracaibo.

REG: ¿Qué tipo de música tocaban Los Singers?

RP: Era rock. Pero no duro, no. Era lo de la época.

REG: Y lo que grabó con Los Singers, ¿eran sus composiciones, sus líricas?

RP: Sí. Luego hice un quinteto llamado Los Mikers.

REG: ¿Y le pagaron para grabar con Los Singers?

RP: Claro.

REG: Entonces su mamá estaba feliz. ¿Llegó con el cheque?

RP: Claro, todo el mundo estaba feliz. Estaba metido en la música, hice giras, para la interior, para Colombia.

REG: Cantando rock, rock en español. Podemos decir el primer rock en español. Mucho antes de Juanes y Shakira

RP: Exacto. (risas)

REG: ¿Ha escuchado a los Amigos invisibles? ¿Qué le parecen?

RP: Son buenos. Son venezolanos.

REG: ¿En qué año se mudó para Maracaibo?

RP: 1962. Fui a estudiar al Conservatorio de Maracaibo. La gente piensa que soy maracucho, pero solo viví allí tres años. Soy de Oriente. 

Era la época de Chubby Checker, Ray Charles, y yo tenía un grupo que se llamaba Los Bobos del Twist. Pero ya después, yo me metí en mi salsa. En Maracaibo hice el grupo Ray Pérez y su charanga – Los Dementes, después—, pero primero le puse Ray Pérez y su Charanga. Estamos en 1965.

REG: ¿Cuál música salsa escuchaba que lo influenció?

RP: No, la influencia la tenía desde muchacho, porque… La influencia que nosotros tuvimos era la Billos, las orquestas viejas, la de Rafael Muñoz… Pero ellos se quedaron en ese ritmo, no le fueron poniendo aditivos, ni haciéndole transformaciones; entonces uno llegó a llamarla música gallega, porque se quedaron allí. Y uno fue adoptándolo. A todo Caracas le gustaba la salsa. Le gustaba la guaracha, pues. No se decía salsa, pero sí es la misma guaracha. Lo que pasa es que se toca con otro feeling, otro swing.

Entonces yo hice mi grupo, y llegué a tener un programa en la televisión, “Fiesta con Ray Pérez y su Charanga”, con Raúl Bales Quintero, en el canal 13

REG: Wow, ¿de pronto así?

RP: Me puse a estudiar; trabajaba de noche, estudiaba en la mañana. A veces salía a las cinco de la mañana, para ir a estudiar a la academia a las siete, como oyente, allá con niños de cinco, seis años, porque tenía que comenzar… Bueno, a los seis meses ya estaba haciendo arreglos, porque después de esa clase me iba a las clases de armonía y dictado musical.

REG: ¿Cuáles canciones tocaban? ¿Covers u originales?

RP: Eran la mías – “Mango Maduro”, “Rompe el Coco”. Lo que yo montaba era mi música.

Debutamos en el Club Trinidad, en 1965, y alternamos con Ray Barretto ese año. Esa fue su primera visita a Venezuela; fue directo a Maracaibo.

REG: ¿Es cierto que no los dejaban tocar como Los Dementes?

RP: Mi profesor de música no nos dejaba tocar como Los Dementes, porque decía que los músicos no pueden ser catalogados de locos. Así que tuvimos que llamarnos Ray Pérez y su charanga. Había una patrulla amenazante que estaba presta a arrestarnos si usaba ese nombre ofensivo.

Poco después me fui para Caracas a tocar, alterno con Los Panchos, armo el grupo aquí como Los Dementes, y grabo con Prodansa. De allí sale la descarga “Cuatrocentinario”, “Rómpelo”, todos esos temas. Fue un éxito de ventas.

REG: ¿Alguien que tocaba con la charanga continuaba con Los Dementes en Caracas?

RP: No. Vinieron, pero se volvieron a Maracaibo, y yo tenía que buscar nuevos músicos aquí. Me busqué a Alfredo Padilla (timbales), a Nene Quintero (congas), Enrique Vásquez (bajista), Juan Díaz (trombón), Rulfo García (trombón), y Perucho.

REG: El gran Perucho Torcat. ¿Cómo conoció a Perucho?

RP: Bueno, él es oriental, de la misma región que yo. El era de Sucre, y yo de Anzoátegui —paisanos, pues. Entonces él estaba con un grupo de estudiantes, y yo le dije: “Perucho, ¿por qué no te aprendes unos temas?”, porque el que en realidad iba a grabar los temas era un muchacho, Pastor López. El iba a grabar inicialmente conmigo, pero no sé qué pasó con Pastor. Yo le dije a Perucho, y Perucho se aprendió los temas y los grabó. Yo se lo grabé a él… Cuando él cantaba, él trataba de imitar a Tito Rodríguez, y yo le dije: “No, imítame a mí”, y así cantaba esas canciones.

REG: Ese primer disco LP era “Alerta Mundo”, 1967.

RP: “Alerta mundo, llegaron Los Dementes”. Llegaron los crazy men. Tomamos una foto en el parque…

REG: ¿Y de dónde salió el nombre Los Dementes, los crazy men?

RP: Ah… es que unos muchachos decían que yo estaba loco.

REG: De allí es de donde viene el Loco Ray.

RP: Me decían loco, porque me paso inventando vainas, y decían: "Ese muchacho está loco".

REG: A mí también me dicen loco. Imagínese viajar a Venezuela y Colombia, buscando músicos de una época en que yo ni siquiera existía. Más bien, usted tiene una línea en una canción, “Emae Emae” que dice: “Lo malo en este mundo es ser diferente, y si tú eres cuerdo te dicen loco demente”

RP: Así es. Cuerdo es legal, correcto. A las personas que tenemos una línea, una conducta honesta, nos las cambian, entonces dicen todo lo contrario. Si yo no me meto drogas, dicen todo lo contrario, que ése es drogadicto. Pero yo no nunca he usado drogas, nunca.

REG: Cuando escucho esa música, salsa de trombón, la verdad escucho industrialización. Escucho carros y buses, y el timbal “tin tin tin” – es como la modernidad

RP: Bueno, era una nueva época. En ese entonces los grupos eran septetos con tres: la Sonora matancera, orquestas como el Billos, grupos colombianos de vallenato… Entonces yo usé trombones, para buscar un timbre diferente.

REG: ¿Y no era que escuchaba a Eddie Palmieri y su Perfecta?

RP: No, no. Todavía no. A Palmieri lo oigo en Caracas —“Tu tu tu, ta ta”, que me gustó bastante. Mon Rivera sí tenía trombones. Y resulta que a mí me gustó el sonido del trombón, porque dentro de los instrumentos, el que se parece mejor al hombre es el trombón. El sonido de la trompeta es más femenino. El del trombón es más sobrio, pues. Pero con Los Kenya hice unos arreglos con la trompeta, que eran vigentes.

REG: ¿Cómo reaccionó la gente en Caracas con este sonido bravo del trombón?

RP: Ah, bueno, se volvió loca la gente. Yo tocaba de lunes a lunes. Salía el lunes en televisión, y luego salía a tocar en bailes, lunes, martes, miércoles, jueves, viernes, sábado y domingo. Domingo en el día y a veces domingo en la noche. Pura rumba en Caracas.

REG: “Alerta Mundo” fue un gran éxito – ¿Cuántos discos vendieron?

RP: En una semana vendimos 10,000 discos, era un fenómeno. Pero esos se siguen vendiendo. De todos esos discos, yo tengo las cintas, son mías.

REG: La versión de “Rómpelo” en el CD de lo mejor de Ray Pérez me suena diferente, de la que salió en Alerta Mundo. ¿Cuándo la grabó?

RP: Esa era otra versión que grabamos en 1969. La primera versión fue grabada en 1965 o 1966.

REG: Usted tiene varias versiones de algunos de sus números. Usted hizo una versión más jazzística de “Mi Salsa llegó”, de Los Dementes, con Los Calvos. Igualmente hizo “Sonero Soy” con Los Dementes y Los Kenya, y “Emae Emae” con Los Dementes en los 70s, como “Golpes de Pecho”. Entonces es que su música va evolucionando, va trabajando temas que primero hizo de una manera…

RP: Sí, así es.

REG: La música de Los Dementes, Sexteto Juventud, y Federico y su Combo Latino era música del barrio. ¿Por qué?

RP: Bueno, porque la gente “high”, los que llaman oligarcas ahorita —que tienen plata—, ellos bailaban con el Billos, lo que llamábamos la música gallega. La nueva música es la generación de nosotros, que echó a la guaracha otro sentido.

REG: Y vivió en esos barrios también.

RP: Claro. Viví en el 23. Todo lo que no es donde viven los high. Venezuela es todo un barrio, un barrio grande.

REG: Cantó la canción “No sales de tu barrio”: “Si eres del Pastora, no te metas en el Calvario.”

RP: Porque te joden. Eso era de la época, pero igual ahora. Esos todos son barrios de Caracas, como Brooklyn o Bronx.

REG: Mirándolo, usted parece un tipo italiano del Bronx.

RP: Ha, ha. Ahora me llamaron para ir para allá, para Italia y para Francia.

REG: Wow. ¿Todavía sigue tocando “en vivo” entonces?

RP: Claro, toco mucho en México, donde tengo un poco de fama.

(La esposa de Ray acaba de bajar de su oficina. “Su música se escucha en todo México”, nos dice)

REG: Había otros grupos tocando salsa aquí, en Venezuela. Nelson y sus Estrellas tenían mucho éxito en Colombia… Príncipe y su Bonche… Yo tengo un disco muy bueno de un grupo que se llama Peter y sus Brothers Sexteto.

RP: Ellos eran del 23 de enero. Ellos todavía viven allí.

REG: ¿De verdad? ¿Me puede por favor dar las fechas de la discografía de Los Dementes?

RP: “Alerta Mundo: Llegaron los Dementes” y “La Salsa Llegó” son de 1966; “Manifestación en Salsa” y “Manicomio a la Locha!” son de 1967; “Primer Aniversario”, “Soneros Somos” y “Los Dementes en el 68” son de 1968.

REG: Grabó mucho dentro de unos pocos años

RP: Claro. En el 1967 hice dos producciones de Los Dementes y dos de Los Calvos

REG: Estaba muy ocupado, porque estaba tocando todos los días en vivo también. ¿Cómo tuvo tiempo?

RP: Bueno, los domingos, me sentaba con mi guitarra, a escribir.

REG: He notado que da muchos consejos en sus canciones. “Emae Emae” dice: “Si quieres amigo mío llegar a viejo, no bonchees todos los días, porque no es bueno; busca siempre en los ancianos un buen consejo, se sencillo buena gente y sin complejo”. ¿Escribió todas esas letras?

RP: Todas. Todas las canciones tienen mensaje. Qice allí ser sencillo, sin broncas.

REG: Cuénteme de los vestidos en las portadas del Los Dementes, porque me parece que ustedes se estaban divirtiéndose mucho.

RP: Claro, mucho. Esos los consiguí yo en la utilería y en el vestuario en Radio Caracas televisión, del canal 8. Salimos así, entonces lo continuamos.

REG: ¿Y el grito ese, ahahahahahahahaa?

RP: Ah, eso es Ángel Pérez, el bongocero. Vivió mucho tiempo en Europa, pero ahora vive aquí otra vez.

REG: ¿Y ese es el grito de Los Dementes?

RP: Sí. El de Los Kenya es kooi kooi. Siempre cuando un grupo sale, algo sale de allá.

REG: ¡Qué dichoso que tenía tanta libertad artística! Como casi todo con Los Calvos, mezclando salsa, jazz y surf rock; era muy experimental

RP: Hice la pieza “El Trigueño Cintura” en Manifestación en Salsa. Tiene ocho minutos de duración, y tiene un solo de piano de jazz largo.

REG: Ese es un número asombroso. El coro dice: “Es más salsa que pescao”, el cual Piper Pimienta Díaz decía con Los Latin Brothers. Creo que Jimmy sabater también lo usó en uno de sus LPs. ¿Lo escucharon ellos de su canción?

RP: Piper lo escuchó en uno de los LPs de Los Dementes. Ellos vendieron bastante en Colombia.

REG: ¿Fruko también es amigo suyo? ¿Cómo lo ve como músico?

RP: Fruko es amigo mío. Es uno de los bravos.

REG: Richie Ray y Bobby Cruz hicieron mucha fama en la Feria de Cali de 1968. ¿También llegaron a venir a Caracas?

RP: Sí. Alternamos. Eso fue en el Canal 8. Palmieri también vino, [al igual que] Ray Barretto, La Broadway. Pete Rodríguez, y Joe Cuba. De Colombia, los Corraleros de Majagual, Orlando y su Combo… Era una época, había trabajo y había plata en Caracas.

Tocamos en las plazas de los barrios por todo Caracas, y grabamos programas en vivo en la televisión de allá.

REG: Otra canción de esa época dice: “Que vengan los hippies…”

RP: A los hippies les gustaba nuestra música.

REG: Caracas en “La Cuarentona”, 1967.

RP: Así es. Esa es de La Salsa Llegó. Hice otra versión de esa canción con Negrito Calaven. ¿Lo conoces?

REG: Nunca había escuchado una cosa así anteriormente. Hábleme de él.

RP: Su verdadero nombre era Carlos Yánez, pero lo llamaban Calaven. Cantaba con mucho sentimiento, y lo comparaban con Miguelito Valdés. Pero no era así; él era un cantante natural. Era un muchacho que vendía mangos en la calle, le gustaba cantar, y era del barrio. Era originario de Barlovento.

Lo conocí en el 23. Nos veíamos durante los fines de semana, porque yo trabajaba en la fábrica Remington. A él le gustaba cantar, y a mí tocar el piano. Nos encontrábamos y pasábamos ratos juntos; íbamos a los clubes nocturnos y tocábamos, y él cantaba. Lo hacíamos por amor a la música y no por dinero. Así comenzó nuestra amistad.

El era de verdad un hombre con mucho calor humano y espectacular.

No tenía mucha educación formal. Cuando triunfó en grande, todo el mundo lo llamaba, para que cantara aquí y allá. Cantó en los barrios, en la calle, con cualquier banda disponible. Después de Los Calvos, cantó con Federico y su Combo.

Bebía licor, y el licor lo mató. Aunque el doctor le prohibió la bebida, él no hacía caso. Le traté de decir: “Mira…” Murió en mayo 28, 2003.

REG: ¿Quiénes formaban Los Calvos?

RP: El Pavo Frank en la percusión, Pedro García en la conga – él era cubano, fallecido. Miguel Silva en el bajo, Araujo y Lewis en el trombón y la trompeta. (Ray Pérez, compositor y arreglista, en el piano)

REG: El periodista Alfredo Churion llamó a Los Calvos “una de las más innovativas experiencias en la música popular venezolana”. El cita a El Pavo Frank diciéndole que la combinación del calypso, los ritmos salseros y el jazz en Los Calvos era como “vestir un traje de gala, con sandalias de hilo”. ¿Cómo fue grabar esos dos LPs?

RP: Así es. Estábamos adelantados a nuestra época. Nos divertimos mucho en el estudio con Los Calvos, y también con Los Dementes. Y, aunque Calaven había sido cantante de la orquesta de Pedroza, él nunca había grabado. Ambos LPs de Los Calvos los hice para RCA Víctor. (Estos Son los Calvos y …¡Y Qué Calvos! 1967)

REG: ¿Alguna vez tocaron en vivo?

RP: No. Con Los Kenya tocamos en vivo en el Show de Medianoche, Canal 8.

REG: Hábleme de Los Kenya. Ese LP Siempre Afro Latino es asombroso.

RP: Exacto, ese primer LP lo llamamos El Kenya. Lo llamamos así por todos los niños que estaban muriéndose de hambre en Kenya. Ese incluye los temas “Te Pongo a Valer”, “Hoculele”…

REG: “Te Pongo a Valer”, con Carlín Rodríguez y Calaven – ¡qué combinación!

RP: Sí… ¿Te gustó?

REG: Es asombroso. No lo puedo categorizar. Tiene rock, salsa, funk, afro…

RP: Esa canción tiene de todo. Fue un hit en Venezuela, pero en general, esa música estaba adelantada a su tiempo. La gente estaba acostumbrada a Los Dementes, a ese ritmo fuerte latino.

REG: Vuelvo y repito, ustedes parecieran haber tenido completa libertad artística

RP: Todos los grupos eran mis producciones, así que tenía que buscar un sonido, un estilo para cada grupo

REG: Usted lo hace sonar como si fuera fácil de hacer. ¿Qué significa “Te Pongo a Valer”?

RP: Trata sobre un tipo que pone a su novia a trabajar, de manera que ella adquiera auto-estima, pero ella no reconoce lo que él hizo por ella. Era mi mensaje a los músicos que decían que yo los trataba injustamente, algunos de los músicos de Los Dementes. Así les riposté, como el proverbio judío que dice: “Aquel que vive de la espada…”

Todas las canciones tienen mensajes. Existe otro tema que hicimos llamado “Pa’ la Cola”. Ese lo hicimos para Federico, para el Sexteto Juventud. Dimas lo canta, y dice: “Hay que estudiar, hay que tocar y leer”, debido a que Federico tocaba el guiro, y él no leía música.Tampoco Olinto, del Sexteto Juventud. Yo se los hice saber, pero no quisieron estudiar.

REG: ¿Quiénes eran los músicos de Los Kenya, y cuántos LPs grabaron?

RP: Alberto Naranjo en la percusión, Luis Arias y Luis Lewis en trompetas, Miguel Silva en el bajo, Pedro García “Guapachá” en las congas, “Cosa Buena” en los bongoses. Con los Kenya grabamos cuatro LPs, dos para Velvet y dos para Discomoda.

REG: ¿Quién era Larry Francia, el cantante de “Ra! Rai!” con Ray Pérez y sus Kenya?

RP: Era un mecánico; Edmundo era su nombre, pero lo llamábamos Larry. El cantaba, y lo grabé en ese único LP. Yo re-grabé algunos temas de ese LP, como “Muchacho Barrigón”.

REG: ¿Quién canta en “Así Mueren los Valientes”, “El Alacrán”, y “Emae Emae”?

RP: Soy yo.

REG: Wow. ¿Tocando piano y cantando a la vez? ¿Lo puede hacer en vivo?

RP: Claro. “La “Paloma” —el merengue— lo canto yo. “Adiós Madeira”.

REG: ¡Qué canción! Con trompeta.

RP: Y trombón.

REG: Tiene unos temas boogaloos, y dentro de muchos se nota la influencia de high hat, el swing. Está yendo en una dirección, y ¡pum!, cambias a un puente de montuno sabroso…

RP: Bueno el boogaloo es el mismo son. El boogaloo también fue de nuestra época, lo tocamos y lo vivimos nosotros

REG: ¿En qué año se fue para Nueva York?

RP: Del 69 hasta el 71.



REG: ¿Y por qué se fue?

RP: Yo me fui a estudiar, y también para quitarme un poco de encima las… mujeres. Me fui a estudiar con el maestro Nick Rodríguez, panameño. Me hizo un examen, armonizando, así, pero me dijo: “No, hombre, usted no tiene que estudiar, lo que tiene que hacer es escribir”.

REG: ¿Y tocó en Nueva York?

RP: Claro. Yo tocaba con Kako y su All Stars. Cuando yo me montaba al piano, montaba todo el mundo a cantar —Cheo Feliciano, Chivirico… Palmieri, en vez de tocar al piano, cogió al timbal. Patato, Totico, Chombo Silva… Eso era en la Segunda, el after hours de Kako. Después salíamos a los seis de la mañana a un desayuno musical en el Broadway. Eso era una rumba… También tocaba con Cortijo e Ismael Rivera, y con Rudy Calzado.

REG: Le pagaron.

RP: Claro. Yo cobraba cincuenta dólares. Tocaba los fines de semana. El sábado había misa, siempre tocaban en la iglesia. Salsa.

REG: ¿Salsa en la iglesia?

RP: Claro, ¿tú no sabes eso? Las mejores fiestas las hacían en la iglesia. Tocamos con la Broadway — Eddie Zervigón me llamaba. Y los curas, pues vendían el aguardiente. Decían que esa es la casa de Dios, y que los niños de Dios deben disfrutar en la casa de Dios.

REG: Tiene sentido.

RP: Tenían tarimas grandísimas. Toqué en una iglesia en Connecticut, también. Y durante la fiesta dijeron: “Mañana es la misa a tal hora”…

REG: ¿Grabó en Nueva York?

RP: Sí, grabé para Musicor Records. Me llamó Al Santiago, me monté, y grabé.

REG: ¿Sus canciones?

RP: No, para otra gente. Hice arreglos también para otra gente. A Pete Rodríguez le hice arreglos, le di unos temas míos que él grabó después —“Dame felicidad” y “Bossa Triste”. Vicentico Valdés me grabó “Donde la tarde muere”… También para Orlando Contreras. Lola Flores me grabó “El Muchacho Barrigón”, que eso me sigue dando plata en España.

REG: Retorna a Caracas en 1971. La periodista Lil Rodríguez, autora de “Bailando en la Casa del Trompo”, menciona que los músicos venezolanos generalmente no se iban o mudaban para Nueva York, como otros que se convirtieron estrellas en Latinoamérica, porque la recepción local era muy buena para la cultura de la salsa, y el ambiente era muy propicio para la misma. El hecho de que su estadía en Nueva York haya sido corta provee evidencia a esta teoría. ¿Por qué retornó a Venezuela?

RP: Yo fui y regresé a Nueva York en 1969, e hice lo mismo en 1971, porque con las mujeres allá ya no se podía. Las mujeres de allá son buenas, pero las de aquí...

REG: ¿Y el frío no le molestó?

RP: No. A mi me gusta el frío. El frío te abre el apetito, y tienes que llegar bien abrigado y bien vestido

REG: ¿Perucho fue con usted ambas veces?

RP: Allí estaba Perucho conmigo; él trabajaba con Ray Barretto.

REG: Existen dos LPs de Los Dementes que salieron para esa época. Uno es Estamos Caminando, en Iglee. Los miembros de la orquesta están como desnudos, saliendo del bosque.

RP: No, yo les dejé el nombre de Los Dementes a los muchachos del grupo, para que siguieran trabajando. Eso le hicieron ellos aquí, cuando yo estaba en Nueva York.

REG: Tiene “Catalina”, “Mi Salsa Llegó”, “La Cenicienta”…

RP: “Catalina” y “Mi Salsa llegó” sí son míos, en esos sí toco yo. “Mi perrita”, “Floro”, eso sí. “La Cenicienta”, que canta Alfredo Padilla, ese tema me lo dio un amigo mío —un argentino—, y se lo grabé.

REG: ¿Qué me puede decir acerca Psiquiatría Popular SA y Yo Tengo un Guía, de Los Nuevos Dementes, ambos para el sello Velvet? Perucho canta en Psiquiatría Popular.

RP: Eso no es mío. Perucho regresó y grabó eso con ellos. Estaba el Cholo Ortiz en el piano.

REG: Alfredo Padilla tocó los timbales en esos LPs.

RP: Si. Pero más bravo es Frank “El Pavo”. El Pavo es el primer baterista que tocaba allá en el norte, y pues, tenían que quitarse el sombrero Tito Puente y toda esa gente…

REG: Un genio, y otro músico que retornó a Venezuela.

RP: Cuando yo estaba allá en Nueva York, yo conocí a Johnny Pacheco. El andaba promocionando un 45, “Sonero”. El me lo puso en su oficina. Me dice: “¿Qué te parece, Ray, llevar esto para Venezuela?” Dije que eso es un palo, un clavado desde su llegada. Y pegó. Ese fue el primer disco que él pegó aquí. También vendía allá en Nueva York… Eso fue lo que me impulsó a mí a hacer el sello cuando llegué aquí.

REG: ¿Cuál sello?

RP: Pyraphon. Hice 50 producciones, de varios grupos de música venezolana, música del tercer mundo.

El LP “Ray Pérez y su Mae Mae” es cuando llego de Nueva York y hago mi compañía de discos. Eso es de lo mejor de Ray Pérez. Cuando yo vine en 1969, yo grababa mis boleros, mis sones. Hice este LP para el Palacio de la Música. “El Tribilin”, “Adiós Madeira”, eran temas que pegaron aquí, en Cali y en todos lados. Después hice dos para Sergio Secchi, del sello Melser.

REG: ¿Qué me puede decir del LP Perucho y El Loco Ray, con Palacios?

RP: Eso fue en 1971. Regresamos para grabar. Aquí Estoy de Nuevo (Palacios) fue alrededor de ese periodo. Siempre estaba trabajando. Perucho grabó un LP en Nueva York, respaldado por las orquestas de Ray Barretto y Eddie Palmieri, para Fonseca. Se llama Homenaje a Perucho… En Nueva York.

REG: ¿Qué pasó con Perucho? ¿Fueron las drogas?

RP: Bueno, Perucho, él era un muchacho sano. Fumaba un poco de marijuana, pero no era así, metido en las drogas. Cuando muere… yo tenía ya la compañía Pyraphon. Cuando vine a Nueva York, él trabajaba conmigo. Hicimos un disco que se llama “Ellos lo hacen / They do it”, estamos los dos en la carátula.

Bueno, estábamos tocando aquí, en los carnavales. Entonces llegó Justo Betancourt, que tenía su orquesta, y vino a hablar con él, para llevárselo para su orquesta. Yo le dije: “Perucho, bueno, vaya, si tiene trabajo allá, no hay problema”. Pero le dije: “Lo que puedes hacer allá, lo podemos hacer aquí”. [El me decía]: “No, que tú sabes, que yo quiero ser internacional…” Yo le dije que los discos “van a salir aquí, y tú vas a ser internacional”.

El trabajaba en el Corso cuando por primera vez fue a Nueva York, pero regresó aquí. Cuando se fue con Justo, tenía unos problemas allá; andaba detrás de Justo, porque como era cantante, no tenía nada que hacer durante el día — no era mecánico ni nada así. Me parece que tuvo un problema con la esposa de Justo Betancourt; tú sabes como son las mujeres de Cuba, era celosa de su esposo. Parece que la mujer lo tiró de la casa. Entonces él se fue, y la sorpresa mía es que un día, a mediodía, llaman por teléfono—collect—, y acepto… Es Justo Betancourt: “Ray, ven a buscar el cadáver de Perucho”.

REG: ¿Cómo así?

RP: Se murió Perucho. Me cuenta Nelson Pinedo, que lo que pasó fue lo siguiente: Ellos fueron a tocar a Boston. Y hace frío en Boston. Estaban en primavera, cuando pegan unos fríos. Entonces, cuando ellos regresaron del baile, Justo le dice a Perucho que se quede en su casa. Pero como a Perucho le daba pena con la esposa, se quedaba abajo, y cuando sintió frío, se fue al carro, cerró las ventanas, y prendió el motor. Cuando abrieron el carro en la mañana, había muerto por monóxido. Eso fue accidental. No como dicen, que lo mataron. No lo mataron, murió por inexperiencia. A lo mejor venía cansado del trabajo, del baile…

REG: Wow. ¿Cuántos años tenía él?

RP: Tenía como treinta y pico años. Buen cantante. El bailaba arrechamente (super bien), como el Gran Combo. Se movía por la tarima – era un showman.

(Ray toca la hermosa “Canto a un Sonero”, la cual escribió para Perucho. El coro dice “Perucho se marchó, sin decirnos un adiós”).

REG: ¿Su conexión con Fania ocurrió en Nueva York?

RP: Yo trabajaba en el edificio de la RCA en Nueva York; el mismo edificio donde estaban Johnny Pacheco, Masucci, Tito Puente, Charlie Palmieri —todos tenían oficinas allí. Era en la 55 Broadway, al lado del Ed Sullivan Theater, en la esquina donde estaban todos los músicos.

Cuando regresé a Venezuela la segunda vez, Palacios estaba representando a Fania. Me hablaron sobre Teo Hernández; él estaba cantando en La Cueva del Oso, que era una discoteca enorme. Él tenía mucho éxito. Lo fui a ver y me gustó su voz, así que lo grabé. Luego convencí a su hermano a que cantara también. Grabamos cuatro LPs como Los Dementes: Mi Deuda de Amor, Estamos en Guerra, Yo Soy el Propio Guaguancó y Chévere.

REG: Mucha gente han sacado discos de lo mejor de Ray Pérez, y cada uno tiene temas diferentes. Pero, ¿lo han remunerado? 

RP: No, no, no. No pagan. Tengo que llamarlos.

REG: Nadie lo llama para pagarle en este mundo, usted tiene que llamar para que le paguen.

RP: ¡Coño!

REG: Eso no es justo. Si no hubiera hecho las composiciones, haberlos grabado, ellos no tendrían negocio.

RP: Claro.

(Ray toca uno de sus más respetados boleros. Su esposa, una profesora de Derecho Laboral y Negociación Colectiva, ya jubilada, se nos acerca y dice: “El canta bellamente los boleros”.)

REG: Siendo estrellas en Caracas, cantantes, deben haber llegado muchas mujeres alrededor de uno…

RP: Claro que sí. (Ray Sonríe ampliamente)

REG: Es que, entrevistando a músicos, me parece que la gente después sacan sus composiciones y las venden sin pagarles regalías. La gente llega a sus casas y roban los LPs, los recuerdos… Pero también durante sus épocas, la vivieron a todo dar, o sea…

RP: Disfruté.

REG: Eso me hace sentir un poco mejor.

Entradas populares