LA BIOGRAFÍA DE LA SEMANA

Los salseros de los años 70 que acompañaron la evolución de la salsa, y tuvieron la suerte de disfrutar las producciones lanzadas al mercado exactamente en el 'mágico' año de 1975 (considerado por muchos como el año - cumbre del “boom salsero”) ciertamente se recordaran de los acordes musicales de un tema con lírica absolutamente machista y que, emulando al tema “Detalles” de Roberto Carlos y Erasmo , le soltaba una 'maldición' a su “bandolera” protagonista, pues esta pasaría el resto de su vida recordando con lagrimas de su 'infame traición'.

Obviamente nos referimos al tema “Llorarás” de autoría de Oscar Emilio León Simoza, quien es conocido en el mundo salsero como Oscar D’ León.

Este tema fue el responsable por la internacionalización del “patrón venezolano” de tocar salsa y también por la consagración de su hoy legendario vocalista, quien fue apodado desde entonces como “El Bajo Danzante”.

Por eso BARRANQUILLA ES SALSA, ha querido rendirle un muy sincero homenaje en sus 40 años a esta agrupación que ha puesto a bailar a varias generaciones en Venezuela, Colombia, Perú, y toda la cuenca del Caribe.

Un gran aplauso para Oscar D' León, César Monge, Jose Antonio Rojas, Enrique Iriarte (luego Jesús Narváez), Elio Pacheco y José Rodríguez, por poner las primeras piedras de este proyecto que hoy sigue vigente a pesar de los altibajos.

DIMENSIÓN LATINA
"Los Generales de la Salsa"

Cortesía de Herencia Latina.com
Titulación y Edición de BARRANQUILLA ES SALSA

Los primordios de la invasión de la música pre-salsosa en América del Sur ocurrieron en la década de los años 40, eran tiempos de la orquesta cubana "Casino de la Playa", así como de las "Big Bands" americanas.

En el auge de estas agrupaciones, nace en Caracas, Venezuela, Oscar Emilio León Simoza el día 11 de julio de 1943. Y es gracias a la “Sonora Matancera”, Beny Moré,  "Chappottín y sus Estrellas”, Miguelito “Mr. Babalú” Valdés, “Cortijo y su Combo”, Ismael Rivera, Ñico Saquito y "Los Guaracheros De Oriente”, como también a la “Orquesta Aragón” que el futuro “León de la Salsa” afila sus cuerdas vocales y descubre su talento con el Bajo, instrumento de quien consigue arrancar solo notas de “oído”, suficientes para “acompañar” a sus ídolos.
Tal vez sus fantásticos inspiradores cubanos nunca se enterarían que contaban con un futuro bajista quien se haría famoso interpretando sus temas.

Oscar promocionaba reuniones con “los muchachos” de su barrio para montar su "guateque" e interpretaba los hits de esos artistas consagrados a quien solía emular. Era el inicio de una línea medio informal y que en pocos años acabaría por definir su predestinada carrera sonerística.

Fue de manera informal que Oscar ingresó al mundo de la música, después de un ligero transito laboral por una fabrica de la General Motors en Venezuela, y luego de resolver sus aprietos económicos ejerciendo como taxista en su propio auto, mas sin embargo un mal día acaba en un accidente, que lo hace reflexionar sobre su trabajo. Junta lo útil a lo agradable en su vida y repentinamente se va a acompañar con su “bajo” a “grupitos”, “trios” y “cuartetos” en la noche caraqueña.

Él ya había intentado su suerte en la música con las agrupaciones “Golden Star” y “Los Psicodélicos”, más no tuvo mayor trascendencia en ninguna de ellas. Es en esta fase en que conoce a Víctor Mendoza, productor, arreglista musical y compositor, quien le sugiere que adopte el nombre artístico de Oscar D’ León.

Mendoza, bastante familiarizado con en el medio, es quien identifica las cualidades innatas de Oscar y lo recomienda al club “La Sabra”. En ese club, Oscar acompaña a un quinteto que tenía un repertorio bien actualizado sobre música caribeña.

Cierta noche del mes de diciembre de 1971, el vocalista del grupo discute con el dueño del club, quien acto siguiendo decide despedir a todo el conjunto.

No aspirando a quedarse desempleado una vez más, Oscar D’ León convence al dueño del club que debía contar con él para vocalista. Esta actitud medio “individualista” le traería problemas a nuestro héroe, en su futura relación con los componentes de las agrupaciones en las que participaría. A partir de ese momento, D’ León asume la voz y se convierte en líder del ex-quinteto (ya que lo convirtió en sexteto al integrarle un saxofón).

Invariablemente todas las noches, después de él cerrar “La Sabrá” , el sexteto se dirigía a realizar “descargas” en un bar llamado “La Distinción” donde se destacaba en sus presentaciones el grupo “Los Satélites” de "Cheche" Mendoza. Cuenta Oscar que todo el mundo se subía en su viejo “Ford 56” y se iban directo al referido bar.

LA GENESIS DE LA DIMENSIÓN LATINA

Un sábado por la noche, al encontrarse desempleado debido al cierre de “La Sabrá”, y en un acto impensado, Oscar pide permiso al director de “Los Satélites” (un trompetista llamado “Cheche” Mendoza) para interpretar el tema “Bonito Guaguancó”.

Fue bastante elogiado, sin embargo en medio de una interpretación se arma una discusión entre el público y uno de los integrantes de la agrupación. Oscar D’ León, se encontraba en ese instante concentrado y con los ojos cerrados, no obstante notó que la orquesta detiene su toque.

Al abrir los ojos solo le dio tiempo de oír un disparo proveniente de un revolver en el medio del publico, no lo pensó dos veces y salió también disparado para fuera del recinto, eludiendo un posible incidente de mayor proporción.

Después de un momento, y ya superado el susto, D’ León resuelve retornar al bar, y en el estacionamiento observa que el dueño del bar decide cancelar la agrupación y reafirma sus propósitos de contratar a otra para su establecimiento.

Rapido de raciocinio, Oscar vió la oportunidad que se le presentaba y se aproximó hasta el dueño del bar y negoció los servicios de una orquesta (que evidentemente no existía aún), marcando inclusive una fecha razonable para una audición.

En aquel momento Oscar buscó la mejor manera de armar una agrupación que fuera del agrado del propietario de “La Distinción”, asi inicialmente pensó que podría formarla con músicos que tocaron con él en la fenecida “La Sabra”, además completarlos con miembros de “Los Satelites”.

Como estaba en boga la “trombanga palmeriana”, D’ León formó un sexteto con dos trombones, y llama a César “Albóndiga” Monge (su nombre real es Cesar Augusto Anuel Morales) y a José Antonio Rojas “Rojita”, este último tocaba el trombón de forma “brava”, agresiva, mientras “Albóndiga” poseía mayor bagaje por haber tocado con algunas de las pocas agrupaciones salsosas de Venezuela, entre otras había integrado el “Grupo Pan”; para la percusión D’ León convoca a Elio Pacheco, en el timbal a José Rodríguez a quien conoció cuando fungía como taxista. Las veces en que coincidían en el taxi, se formaba un “rumbón”. Rodríguez cuenta que Oscar siempre llevaba "Tapes" con temas antiguos y los cantaba a su estilo y antojo, sobrepasando su voz por encima del audio original. José por su parte lo acompañaba tocando con un banco de madera colocado en sus rodillas, siempre manteniendo el ritmo. Después del timbal, la verdadera especialidad de José era la gaita zuliana, él mismo se lo confesó a Oscar, este lo convidó para formar parte de labanda, le expresó: “te lo digo yo mi hermano, vamos a acabar con todo el mundo”...

En verdad Oscar junto con “Albóndiga” y “Rojita” ya habían comenzado a preparar la banda, hacia un buen tiempo, ellos se reunían en “La Guaira”, en casa del pianista y compositor Enrique “Culebra” Iriarte y después de algunos meses de ensayos ya estaban listos para aceptar el desafió en “La Distinción”. D’ León siempre exagerado, fue donde el dueño y le mintió diciéndole que su grupo estaba listo y armado con nueve músicos para lo que fuera, sin embargo todo era falso.

PARTO Y BAUTISMO DE LA DIMENSIÓN LATINA

El nombre que Oscar D’ León escogió para identificar a la orquesta fue la “Dimensión 6”, pues la estratégia era la de vincularla con un grupo conocido proveniente del ambiente musical de la ciudad de New York y que se llamaba “Latin Dimensión”, la derivación “6” era obviamente por causa de su conformación de seis integrantes.

La formación original de la banda fue Oscar D’ León en el bajo y vocales, Enrique "Culebra" Iriarte en el piano, César “Albóndiga” Monge y José Rojas "Rojita" en los trombones, José "Cheito" Rodríguez y Elio Pacheco en la percusión.

En su primera aparición la banda fue presentada al público con ese nombre, al final de la jornada, Víctor Cuica, que era un saxofonista del circulo jazzístico y amigo de los integrantes de la banda, sugirió el nombre “Dimensión Latina”, a todos les gustó y decidieron adoptarlo en ese momento.

Después de esa noche corrió el rumor, por los círculos caraqueños, que en “La Distinción” se presentaba una banda con “un negrito bien bueno”. Con seguridad fue un parto feliz, el día 15 de marzo de 1972, nació “La Dimensión Latina”.

EN LA DIMENSIÓN CORRECTA

Después de aproximadamente cinco meses de presentaciones en “La Distinción”, la banda recibió una propuesta de la bailarina, promotora de eventos y de excursiones encruceros marítimos de nombre Mireya Delgado, para tocar en un viaje por varias islas caribeñas incluyendo Puerto Rico.

Al regreso a Venezuela un promotor de apellido Mesone les consigue una reunión con el ejecutivo de la TH Rodven, después que los representantes de esa firma, escucharon dos temas grabados en un “demo” y que tenían listos para la reunión. Los temas del histórico “demo” fueron “Oye Mi Canto”, (hit de “El Gran Combo”) y el otro era “Te Voy A Cortar Las Patas”, tema de inspiración de Oscar basado en una expresión popular del lenguaje venezolano.

En esa reunión quedó concertado que la banda dividiría la grabación discografica junto con la orquesta de Victor Mendoza, uno de los productores de la TH en Venezuela, denominada “El Clan de Víctor”, aún corria el año de 1972.

En esta producción, pegó el tema “Pensando En Tí” de autoria de Jose Lazo y que puede ser considerado como el primer hit de la banda.

Curiosamente y, sin hasta el momento explicación, Enrique “Culebra” Iriarte no participa de esta grabación (al menos no aparece en los créditos), “La Dimensión” usó al pianista Eddy Frankie del “Clan de Victor”. En la segunda producción de la banda ingresa Jesús “Chuito” Narvaez quien permanece hasta 1979, cuando es substituído por Samuel Del Real, éste a su vez se queda con la vacante, después de una disputa musical con Sonny Bravo y Eddie Figueroa. “Chuito” volveria en 1985 especialmente para grabar “Producto De Exportación” para el sello Guantanamera Records.

El suceso de “Pensando En Ti” trajo el ostracismo el esquema de musica de salón, tan brillantemente conducido durante varias décadas por el dominicano Billo Frometa y su orquesta, dando paso a la promoción de festivales de salsa por todo el país petrolero y la explosión del movimiento salsero de norte a sur.

Este repentino suceso hizo que sus integrantes avaluaran el “precio de la fama”, así que empezaron a emerger divergencias en cuanto al aspecto financiero. La banda comenzó a sentir el crecimiento de su popularidad, cuatro de sus integrantes resolvieron dejar al grupo por inconformidad con su director Oscar D’ León quien contó apenas con la solidaridad del conguero Elio Pacheco.

Al verse solo y de manos atadas, Oscar cede y reconociendo el valor de los músicos les propone un nuevo acuerdo financiero y estos aceptan a que regresen a la agrupación. Limadas las asperesas, “La Dimensión” logra una gran exposición en los “Carnavales De Maracaibo” lo que les dio finalmente la llave a las puertas de toda la geografía venezolana. El mundo podría esperar.

En 1973 graban el segundo disco (“Dimensión Latina ’73” – TH Records-1077), ya sin la necesidad de dividir el vinilo con otra agrupación musical, sobreviven al desastre los temas “La Comprita” y “Barranquilla-Barranquilla”, mal asesorados por los productores, se vuelcan en la onda ya saturada, de agradar al mercado andino, mas precisamente al colombiano.

A pesar del tropiezo “La Dimensión” era considerada una banda estable, mantenían un promedio de ocho presentaciones mensuales y el in suceso de esa grabación fue echada de lado. En 1974, apoyados ahora por Radio Rumbos consiguen imponer su primer suceso comercial y de buena critica, el tema “Que Bailen To’s” de la profética producción “Triunfadores” (TH Records – 1087) a través de las poderosas ondas de Radio “Rumbos” invaden los lares venezolanos y finalmente “La Dimensión” cae en el gusto de la nación llanera.

UNA SONORIDAD DE GRAN DIMENSIÓN

La sonoridad del grupo provenía del talento natural de Oscar D’ León, quien apesar de no saber nada de teoría musical siempre conseguia de alguna manera, mostrarle al arreglista César “Albóndiga” Monge los temas, además señalarle como quedarian de acuerdo al estilo de la banda. Así a través de “sonidos guturales” transmitía al excelente “Albóndiga” como debían salir el sonido de los trombones, del piano y de la percusión y este los colocaba en el pentagrama.

En 1974, después del suceso del hit “Que Bailen To’s” la banda vuelve a los carnavales de Maracaibo, en ese momento resuelven incorporar al bolerista Wladimir Lozano, un músico que será importante en el futuro suceso y en la internacionalización del grupo.

Wladimir ya frecuentaba los toques de “La Dimensión” y aún no había entrado oficialmente al grupo debido a que todavía estaba vigente su contrato en la casa nocturna “La Cueva Del Oso”, un modesto local de la bella Caracas y también porque le garantizaba un ingreso modesto de sesenta bolívares diarios. El fúturo que Wladimir consiguió ver a través de la propuesta que timidamente le presentaba “La Dimensión”, hizo que este se decidiera a abandonar su “estabilidad económica” y apostar todo a esta agrupación que conseguia “venezualizar” el sonido que venia de New York y acabar con la “dictadura musical billofrometiana”.

Hasta 1975 el trabajo de vocales (evidentemente con un peso mayor para Oscar) lo dividían entre Oscar de D’ León y Monges, con la llegada de Wladimir, “El León” se descargaría de los boleros, los cuales ahora quedarían a cargo del nuevo especialista, así Oscar, un excepcional guarachero y cuya habilidad principal era la de improvisar como pocos en el montuno, quedaría con la misión que Dios le dio al nacer.

Aún a esta combinación de habilidades le traería a la banda una posibilidad que posteriormente se convertiría en el “gancho musical” del grupo y que la caracterizaría por mucho tiempo, en efecto: los boleros comenzaban con la voz de Wladimir a manera de introducción y luego se convertían en explosivos montunos cantados por D’ León.

Con el ingreso de Wladimir, la agrupación ya estaba lista para el éxito trasado por sus fundadores.

UNA OTRA DIMENSIÓN - LA “DIMENSIONLATINAMANIA”

En 1975 los salseros sudamericanos estaban cada vez más seducidos por la sonoridad proveniente de New York, mientras los venezolanos, fijaron en especial su atención para el segundo disco en el que participaban las voces de Oscar y Wladimir, “Dimensión Latina-‘75” (TH Records – 1117) y el quinto de la banda. Un tema, que fue colocado a ultima hora como “relleno” en el disco, acabaría por convertirse en la bandera de la agrupación. Basado en la onda de “revancha amorosa” la guaracha “Llorarás” de autoría de Oscar D’ León sirviría para señalar el camino comercial que “La Dimensión” debería haber tomado y no lo hizo.

Así con la “matancerización” de la salsa Nuevayorquina impuesta por el Director de la Fania, Johnny Pacheco cerraba las puertas a la creación de nuevos temas, para así poder explotar el acervo cubano siguiendo la fatídica premisa futbolística adaptada a la música, de que “en equipo que esta ganando no se debe cambiar” nuestros héroes resolvieron sacrificar la creatividad iniciada con “Llorarás” (de hecho uno de los poquísimos temas de autoría del grupo) para exprimir al máximo y de manera indiscriminada el acervo guarachero cubano. Así temas como “Paranpanpan” y “Taboga” de Ricardo Fabregas se convirtieron en éxitos absolutos dando continuidad a un suceso pre-anunciado.

En 1976, “La Dimensión” lanza al mercado la producción “Salsa Brava” (TH Records – 1147) un disco inferior al intocable “Dimensión ‘75” más que seguía un rigor a su formula comercial pré-determinada, este LP consagró los temas “Dolor Cobarde” y “El Frutero” del viejo acervo musical cubano.

A pesar de la repetitividad de su formula musical, las ventas no decaen y “La Dimensión” se transforma en el acontecimiento más importante de toda la música popular venezolana, el tiempo da sólo para atender la agenda de compromisos, presentaciones en la televisión, shows en el prestigiado “Poliedro” y hasta las aperturas en las “corridas de toros” los domingos en el “Nuevo Circo de Caracas”, estas actividades pasaron a ser una constante de la banda, era la fiebre de “La Dimensión Latina” tomando cuenta del pais de Andrés Bello.

La euforia fue tanta que antes de acabar el año de 1976 la productora lanzó el disco “La Dimensión Latina En Nueva York ’76 1/2” (TH Recordé – 1197) este disco se tornó importantísimo por ser el último que Oscar D’ León grabara con el grupo y también por la incorporación del tercero trombón Carlos Guerra Junior, Así Osacr deja la sonoridad del grupo más poderoso de la salsa venezolana.

EL FACTOR OSCAR

D’ León se habia convertido en el verdadero “espectaculo” de la banda, su manera de sonear y su carisma con el público, así como su maravillosa habilidad para cantar y bailar con su “Bajo” transformado en su pareja de baile , rapidamente capturó la atención de artistas consagrados internacionalmente como el bajista Bobby Valentin y el director Johnny Pacheco quienes intentaron atraerlo al império Fania sin logralo.

La gran virtud de Oscar era la de completar con sobradas distinciones, todas los requisitos básicos del buen sonero y que se resumian en fuerza vocal para interpretar la parte lírica y creatividad en la improvisación durante la evolución del montuno.

Con la exagerada proliferación de “nuevas bandas” en el medio salsero, la inversión proporcional se da con la escasez de los nuevos soneros, quienes recurren a la hora de improvisación a frases y giros ya usados y que se habían hechos clásicos en las voces de los grandes soneros de otrora.

Oscar no solo superó largamente esta onda de mediocridad sino que también consiguió imprimirle un toque de novedad a los viejos “sones”, e hizo lo mismo con el montuno trabajandolo con inteligência y creatividad, siempre teniendo a la mano la frase que completaba oportunamente el sentido de los temas que interpretaba.

El público entonces hizo de Oscar el centro de su atención e interes. El atractivo definitivamente no era el “guajeo” de los trombones al comando de “Albóndiga”, o la coreografia y el uniforme de la banda y sino el estilo de cantar de D’ León.

Antes de finalizar el año de 1976 y cuando aún se irradiaban los hits “Don Casimiro”, “Mi Sufrimiento” y “Divina Niña” del LP “Dimensión Latina En Nueva York ’76 ½”, el circulo salsero venezolano explota y vuela por los aires , cuando una bomba le es arrojada: Oscar parte de “La Dimensión Latina”, esto significaría su futuro pero arroja a “La Dimensión Latina ” a un abismo.

DIMENSIONES DIFERENTES – LA SALIDA DE OSCAR D’ LEON

A pesar que el suceso de “La Dimensión” ya se encontraba consolidado, los problemas internos que caracterizaron a la banda inclusive en sus inicios continuarían existiendo. Como director y fundador de la agrupación, D’ León cierta vez intento registrar el nombre de la banda en una instituición de marcas, al iniciar el tramite se sorprendió al constatar que los demás integrantes lo habian hecho con anterioridad y sin decirle nada a él. Fue la gota de agua que colmó el vaso, Oscar resolvió salir, no sin antes dejar claro para ellos que no podrían usar el nombre “Dimensión Latina”, pues este le pertenecía, los demás integrantes lo acusaron de ladrón e intentaron desprestigiarlo en el circulo de músicos para que nadie trabajara con él. El caso se resuelve creando una nueva orquesta (esto no fue confirmado por ninguno de los integrantes de la banda obviamente excepto Oscar) era el fin de la era “leoniana” en “La Dimensión”.

Consternado, Oscar D’ León negocia su salida y su supuesto derecho sobre el nombre de la agrupación por una cuantía de dinero la cual fue invertida en la adquisición de nuevos instrumentos musicales, pues ante la amenaza de descrédito en el ambiente de músicos, D’ León concluyó que seria difícil conseguir algunos y que todavía tuvieran sus propios instrumentos.

Una vez reclutados los componentes de la nueva orquesta optó por registrarlos en la empresa que creó para tal finalidad. Esta nueva agrupación fue denominada “La Salsa Mayor” con un conjunto formado por dos trombones, dos trompetas, bajo, congas y bongó, mas esa es otra historia que contar.

Como curiosidad final sobre el “rencor de Oscar” cabe destacar que en la conmemoración de sus 30 Años de carrera en el recinto “Teresa Carreño”, D’ León mandó suprimir los caracteristicos trombones en la ejecución de una nueva versión del clasico “Llorarás” substituyendolos por la sonoridad de las trompetas.

EL “THE DAY AFTER” DE “LA DIMENSION”

Después del acuerdo entre las partes, “La Dimensión” continuaría su vida musical, inmediatamente sale Oscar el grupo contrata al zuliano Argenis Carruyo para substituir ( o intentar...) a D’ León y Gustavo Carmona asume el Bajo.

Carruyo conocido como “El Volcán De America” era un veterano interprete de gaita zuliana, más con el juego de cintura suficiente como para acoplarse a las exigencias de la onda salsosa.

En 1977 lanzan al mercado la producción “Dimensión Latina ’77 - Internacional” (TH Records – 2008) por debajo de la media. Asimismo consiguen emplazar “Flores Para Tu Altar” y “Dame Tu Querer”, siempre en el esquema de extraerle “el sumo a los viejos temas cubanos” lo que dejaba evidente las inaceptables limitaciones líricas no solo del grupo como de la mayoría de las agrupaciones salseras de la época.

Argenis no resiste a la presión y abandona a la banda volviendo a su “terruño zuliano”, no sin antes dejar la promesa de “regresar algun dia”, asi eventualmente participaria en las futuras producciones “Para Siempre” en 1980 (Velvet – 1929) sin pena ni gloria y “Cuerda Para Rato” de 1981, donde finalmente consagraria el hit “Por Tu Proceder” ya en las primeras semanas de gestación de la “salsa romantica”.

Rodrigo Mendoza es llamado para componer el grupo en 1977 para los vocales y el público salsero venezolano ya acostumbrado con las “bombas dimensionanas” acepta más bien una al estilo hollywoodiano, en la cual los productores de “La Dimensión” consideraron una “jugada de maestro”: la contratación del sonero boricua y vocalista de “El Gran Combo” Andy Montañez.

“LA DIMENSION BORICUA” O “EL GRAN COMBO DE VENEZUELA”?

La contratación de Montañez suponia vigorización del grupo, no obstante los problemas internos continuarian. Versiones no confirmadas sostienen cifras de hasta siete dígitos de dólares gastados en la obtención de la “carta-pase” de Andy, fuera de algunas concesiones exigidas por el artista boricua que serían desde pasajes de ida y regreso para Puerto Rico como también un pré-contrato garantizado en caso que Montañez intentara la carrera de solista. Evidentemente rumores de descontento de los demas integrantes invadieron el circulo salsero venezolano, mas nada de eso puede ser considerado como factor fundamental para la no sustentación del “vuelo dimensionano” en la altura correcta.

Andy Montañez siempre fue un cantante excelente, muchos factores extra-Dimensión le impedieron acercarse de forma mas contundente al esquema del grupo.

Algunos críticos comenzaron a expresarse con ironía “re bautizando” a la banda como “El Gran Combo de Venezuela” en clara alusión a la falta de renovación y a la limitación del grupo de refugiarse en la misma formula estéril y repetitiva.

El primer LP de Montañez con “La Dimensión” lanzado por la TH Records (Ref. 2018) “Los Generales De La Salsa”, sólo pegó un suceso, el hoy clásico, “El Eco De Un Tambo” de autoria del genial puertorriqueño Catalino “Tite” Curet Alonso, y en Barranquilla, Colombia, el tema "Pan De Piquito". El restante de temas siguiendo la formula anterior, mas ahora substituída con el acervo boricua, mantenia la tonica de huir de una especificidad mas venezolana, era el “efecto petrolífero” y su connotación nacionalista que entraban por los “tanques salsosos” y que comenzaban a exigir una nueva postura.

De hecho Venezuela vivía un momento económico especial en su historia, era el lugar donde estaba el dinero, los músicos venezolanos eran los mejor remunerados en ese momento. Esto hizo con que el “boom de la salsa” consiguiera extenderse por un período mayor del que la lógica y la historia le habían reservado.

Así y como resultado de esa auto suficiencia, el país exigia de su principal representante algo mas própio, más de acuerdo con las raices nacionales, esto hizo con que estrategicamente “La Dimensión” cometieran un error imperdonable y que la hizo girar en dirección a una mutación lírica que no era la más adequada para la agrupación y que a la postre acabó por hundirla, este hecho quedó plasmado cuando grabaron el tema “Por El Camino” (LP “Inconquistable” – 1978 – Color 1581).

Este tema, una versión en clave de salsa de un clásico del “joropo venezolano” no cayó en el agrado de los salseros de la tierra de la arepa.

César Miguel Rondón en su excelente obra “El Libro de La Salsa – Cronica de La Musica Del Caribe Urbano” (1980 - Editorial Arte - Venezuela, paginas 234/235) critica este hecho considerandolo como el principal factor de la decadencia del grupo, a seguir reproducimos textualmente:

“... La Dimensión sentia que en efecto debia venezolanizar mucho más su musica, que la fama y la venta fácil la habia alejado de aquellos primarios ganchos que le sirvieron para cautivar a todo el publico local. Sin embargo La Dimensión, lejos de enfrentar el problema en su justa perspectiva, prefirio atacarlo por los flancos. Asi, en lugar de cantar la circunstancia urbana que vive el ciudadano caraqueño (porque la salsa en ningun momento puede dejar de ser considerada como un fenomeno exclusivamente urbano), optó por cantar el mundo del campo...”

Observa aún Rondón de que la tentativa de crear la “salsa-joropo” como identidad venezolana ya había tenido un antecedente boricua, coincidentemente con “El Gran Combo” y el propio Montañez a través del tema “Cunabiche Adentro”, de la producción de 1976 “Mejor Que Nunca” (Combo – 1923), la iniciativa original por tanto, ni siquiera había sido venezolana, obviamente eso ayudó en el declive de la agrupación y consiguió que los melómanos menos tolerantes la llamasen también “La Dimensión Boricua”. De todas maneras la “era Montañez” dejó vários hits que consiguieron atravesar sin problemas el errado camino trazado por la banda. 

Temas del acervo cubano como “Ave Maria Lola” y contribuciones boricuas como “Cantante Errante” del compositor Johnny Ortiz y “Quisiera Saber”, entre otros temas, como por ejemplo, "Amanece", en un universo pequeño, no alcanzaron el suceso de otras producciones, más dejaron la marca inconfundible del fantástico “Niño De Trastalleres” en la historia del grupo.

EL APOCALIPSIS DE LA DIMENSIÓN LATINA

Diez años después de su fundación y apenas con tres elementos de su formación original (los trombonistas César “Albóndiga” Monge, José Antonio Rojas “Rojita” y el percusionista José “Cheito” Rodríguez), “La Dimensión Latina” grabaría la que fue su producción “final de linea”, denominada de forma optimista de “10 Años Repartiendo Salsa” los vocalistas ahora eran Freddy “Costello” Nieto y Edgar “El Abuelo” Rodríguez. En los trombones ya no figuraba más Carlos Guerra Junior (el primer trombón de la era “Post-Oscar”), en su lugar soplaba Israel Rebolledo, en el piano estaba José “Cheo” Mendoza” y completando la percusión el legendario “bajo” tocaban Luis Machado junto a Carlos Guillen y Antonio Alcalá respectivamente.

En esta producción se grabó el tema “Oye Mi Canto” cuyo “demo” agradó en 1972 a los ejecutivos de la TH Records, mas no era Oscar el interprete, razón por la cual el tema y el disco no tuvieron la acojida que la ocasión requería.

Todavia hubo la tentativa de volver. En 1985, con la producción “Producto de Exportación” todos los integrantes de la formación original,excepto Oscar D’ Leon, grabaron juntos, inclusive con Wladimir Lozano en los vocales, sin embargo los tiempos ya eran otros y la “salsa erótica” ya ocupaba enorme espacio en el area.

LA NUEVA DIMENSIÓN

En el año de 1987, la marca “Dimensión Latina” es adquirida por el empresario artístico venezolano Luís Pérez quien desde la aparición del grupo se había convertido en su fan incondicional.

En 1988 Perez consigue una excursión para Europa, la primera del grupo en el viejo continente, así recorren los siguientes paises: Francia, Itália, Holanda, Bélgica, España e Islas Canárias, cerrando en su regreso los EEUU en las ciudades de Nueva York, Miami, Los Angeles, San Francisco y Las Vegas.

En 1989, graban el álbum "Canto Para Tí" (Sonográfica), el cual dejó un éxito en Barranquilla, "Compadre Querido", un vallenato interpretado por Diomedes Díaz, convertido en salsa y bien interpretado por Alexis Martínez.

Luís Pérez consigue alcanzar el último vinil del grupo en 1990 (“Los Dueños Del Caribe” – Discos Zeida/Codiscos) en el cual participan Wladimir Lozano y Rodrigo Mendoza en los vocales, como dato curioso resta el hecho de que el último a ingresar en la agrupación acabó por ser el ultimo en salir, nos referimos al percusionista Jose “Cheito” Rodríguez, llevado por Oscar D’ Leon en los primórdios de la banda.

En el último tiempo, la “Dimensión Latina” ha contado con los siguientes integrantes: (*)

Alfredo Padilla (QEPD) – Timbales y Timbalito
Jose Maria Madera Niño - Congas
Tuki – Piano y Coros
Miguel Araújo - Vocales
Daniel Silva – Vocal, Coros y Bajo
Tony Duarte – Coros y Güiro 
Rodolfo Rodriguez - Trombón
Carlos Guerra –Trombón
Luis Pérez - Director 

En su nueva fase la “Dimension Latina” grabó:

1996 - “Gaita Y Trombón”, para el sello Velvet
1998 - “Dimension Latina ‘98”, para la Sony
1998 - “Compadre Querido”, para el sello Velvet
1999 - “Al Cantío De La Dimensión”, para el sello Velvet
1999 - “Neurosis”, para el sello Velvet
2003 - “Al Paso” , para el sello Latin World

(*) Nota: Hay que aclarar que esta nómina reseñada, hace parte de un compendio de artistas reunidos por el empresario Luis Pérez. Fundadores de la orquesta como: César Monge, José Rojas, Elio Pacheco y José Rodríguez, han tomado las riendas de lo que ellos consideran "la auténtica y verdadera Dimensión Latina".

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