INFORME ESPECIAL - Hace 20 años "El Jefe" le dijo adiós a los muchachos



Por: Fausto Pérez Villarreal
Cortesía del periódico AL DÍA de Barranquilla
Artículo publicado el día 27 de noviembre del año 2012

No son pocos los cantantes, compositores, instrumentistas, coleccionistas y simples melómanos, que califican a Daniel Santos como el máximo exponente de la música popular de América Latina en lo que respecta a la interpretación de guarachas, boleros y cha cha chás.

Cantantes hubo mejores que él. Compositores, ni se diga. Pero en lo que a popularidad y carisma se refiere, la cosa es a otro precio.

Héctor Lavoe le declaró en cierta ocasión al investigador venezolano César Miguel Rondón, que el verdadero cantante de los cantantes era Daniel Santos. "Yo seré el cantante de los cantantes de los de ahora, pero Daniel es el cantante de los cantantes de todos los tiempos. Él sí es el más bravo de todos", dijo Lavoe.

Nelson Pinedo asegura que la música afroantillana está dividida en dos partes: antes de Daniel y después de Daniel. Y el inigualable Benny Moré no tuvo reparo alguno en afirmar, en México, que se quitaba el sombrero ante dos colosos: Ismael Rivera y Daniel Santos.

DOS DÉCADAS SIN 'EL JEFE'

Danel Santos falleció en el Monroe Medical Center de Ocala, Florida, USA, el 27 de noviembre de 1992, hace 20 años.

Estaba en los brazos de la puertorriqueña Ana Mercedes Rivera, su séptima esposa, cuando un fulminante infarto al miocardio cortó el hilo de su existencia. Tenía 76 años, pero aparentaba más de 80, producto de los excesos de su loca juventud, en la que alternó de manera desaforada el licor, la marihuana, y las mujeres, muchas de ellas de la vida fácil.

Sus restos fueron trasladados a San Juan, Puerto Rico, donde recibió sepultura en el cementerio de Santa María Magdalena de Pazzis, cerca de su gran amigo, el prolífico compositor Pedro Flores, con quien grabó los primeros éxitos de su carrera, entre los que se recuerdan "Perdón", "Irresistible" y "Despedida" (Vengo a decirle adiós, a los muchachos/ porque pronto me voy/ para la guerra...).

LOS RECUERDOS DE MARCO T.

Genuina autoridad en materia de música popular de la Costa Caribe colombiana es Marco T. Barros Ariza, quien pregona lleno de orgullo que fue amigo personal de Daniel Santos.

"Lo conocí la noche del 31 de mayo de 1953, cuando llegó por primera vez a nuestro país. Lo contrató Roberto Esper, y se presentó en el Teatro Colombia, ubicado entre carreras 41 (Progreso) y 43 (20 de Julio)".

Aclara Marco T. que esa vez fue imposible hablar con Daniel, dada su inmensa popularidad.

"La gente se aglomeró en gran cantidad para verlo. Recuerdo que esa noche él estaba impecablemente vestido de blanco, y lo sacaron por la puerta de atrás para evitar el asedio de la gente. Sin embargo, muchos lo siguieron".

"Todo el mundo se sorprendió cuando unos minutos después Daniel lanzó un tremendo quejido, '¡Ay mi madre!', y enseguida soltó un madrazo. Muchos no supieron qué pasó. Yo tampoco. Lo vine a saber cinco años más tarde".

EL INCIDENTE DEL DEDO CORAZÓN

El 31 de mayo de 1958, Daniel Santos visitó Colombia por segunda vez, y se quedó durante una temporada en Cartagena para grabar una serie de canciones con Discos Fuentes, bajo el respaldo de Pedro Laza y sus Pelayeros. En esa oportunidad, Marco T. sí tuvo la fortuna de conocer a su ídolo.

"Lo primero que le pregunté fue por su airada reacción, al final de su show en Barranquilla, cinco años atrás".

"¡Chico, no te enteraste! ¡Un cabrón, aprovechando el tumulto de la gente, deslizó su dedo corazón y 'suaz', me timbró! Lo peor del caso fue que el coño de su madre se embadurnó el dedo con grasa negra y me dañó mi pantalón de lino blanco. Más nunca me lo pude poner, me comentó Daniel".

Con Pedro Laza y sus Pelayeros, Daniel Santos grabó 16 canciones, 12 de las cuales serían recopiladas en un LP. Entre los temas que pegaron, sobresalieron "El Güiro", "El Vapor De Ana Ramón", "Arrimaíto", "El Regreso De Juan", "Panaman Tombé" y "Carolina Caró". El pianista Lalo Orozco, el saxofonista Clímaco Sarmiento, los trompetistas Manuel Villanueva y Simón Mendoza, fueron algunos de los músicos que participaron en la grabación. El long play llevó por título Candela. Las otras canciones salieron en discos variados.

'UN HOMBRE MORDAZ'

A Daniel Santos, Marco T. lo definió siempre como un hombre mordaz, al que le tenía sin cuidado decir lo que pensaba, aunque el ofendido estuviera al lado de él. Recuerda Marco T. que una vez en los estudios de Discos Fuentes del barrio Manga de Cartagena, el propietario Toño Fuentes le enseñó a Daniel, lleno de satisfacción, la última consola que había comprado en Estados Unidos.

"Cómo te parece, Daniel? Mi anhelo es que sea inaugurada por un cantante de tu categoría. Para mí es un orgullo que tú estés aquí, cumpliéndome este sueño", le dijo Toño Fuentes.

Seca, fría, devastadora, sin ninguna pizca de gracia, fue la respuesta de Daniel. "Chico, lo que tú tienes es un remedo de estudio, y esa consola ya es obsoleta para una disquera que se respete". Dicho esto, dio la espalda y se fue.

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